16.9.09

Tristeza en tus ojos

¿Por qué noto un dejo de tristeza en tu mirada?- me dice mientras la abrazo sin pronunciar una palabra. ¿Cómo le explico que me duele donde ella no puede protegerme? Si pudiera le diría que la parte de mí que más me duele, no se puede tocar, no se puede ver, sólo se puede sentir. Siento dentro del corazón como la oscuridad va dominando mis sentidos, voy perdiendo el control de lo que digo y como hago las cosas.
Pareciera que quiero ser cruel y lastimarte, cuando lo único que quería era hacerte feliz. Aunque nunca entenderemos que fué lo que pasó, yo sabía que significaba intentarlo y no debí lanzarme desde tan alto al conocer el impacto.
Van cayendo por la ventana las estrellas mientras sigo imaginando como hubiera sido todo, sin poder articular una palabra, con ella en la puerta de mi cuarto en silencio. ¿Qué le digo? No puedo esconder en mis ojos ya, las lágrimas que brotan desde el alma que agoniza.
Despierta el Sol mi razón, que cansada de dar vueltas en su vida, regresa a mí para hacerme entender que ya es tiempo de acabar con esto. Hubiera querido dar marcha atrás y obligarme a quedarme en silencio en ese momento para no tener que hablar ahora, cuando el tiempo ha logrado abrir una brecha muy ancha, sobre la cual hay que brincar para seguir adelante. Mis piernas no tienen la fuerza para tomar impulso, la caída es inevitable y el dolor ya no es opcional. Lo llevo tan adentro como el alma misma, como si estuvieran unidas con un hilo inquebrantable e invisible. No se puede suavizar el impacto, aunque lo intentemos juntas, porque quien realmente saldrá herido, no caerá por esta misma brecha.
No puedo alcanzarle aunque estire los brazos a toda su capacidad, habrá poco que hacer y ya no se puede evitar nada. Me mira a los ojos sin pronunciar una palabra; sin que yo la detenga de alejarse, avanza, dejándome atrás.
Siempre pensé que no se daba cuenta que al observar el suelo, estaba buscando los pedazos de mi corazón que habían azotado y rebotado por todo el mundo. Creía que su silencio era de indiferencia ante las noches en que mis palabras no decían lo que yo sentía. No sabía que yo la he alejado tanto de mí que se volvió una espectadora en mi vida y ya no una participante; que este dolor que me pesa, también la lastima.
Si hubiera sabido cuanto hago con cada palabra que callo, probablemente hubiera hablado a tiempo, tal vez no tendría tantas razones para llorar el día de hoy. Tal vez no perdería tanto esta noche, si hubiera sabido que hacer...
Canción del blog: Hallelujah- Imogean Heap

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