8.11.09

Así sería mi muerte


Siempre que esquivo un accidente,hago un ejercicio de reflexión como este:

¿Sí en aquel cruce de automóviles se acabara la vida? No pregunto en qué condiciones podría vivir, si no en cuáles moriría. Para muchos sería intrascendente y unos pocos llorarían amargamente.
Me pregunto cuánta gente asistiría al velorio, donde probablemente terminaría una guerra de ideales sin darle gusto a nadie y todos enojados.
Algunos no sabrían hasta haber pasado mucho tiempo y mis cenizas ya estarían dispersas por el mundo o nadando con las de mi nana.
Sé que habría algunos que al conocerme en la superficie, asistiría por cortesía al velorio sin tanta tristeza y me imagino al fondo de la sala a un hermano destrozado y con sed de venganza. No quiero pensar en cómo desquitaría la rabia de mi muerte.
Mi madre probablemente serena con el consuelo de Dios para su alma, recibiría a todos en silencio a ratos olvidándome muerta.
Mi padre probablemente lloraría por todas las veces que no lo hizo cuando viva y mis tíos anonadados por la sorpresa, lo abrazarían. Puedo imaginarme a cada familiar en el lugar, en determinadas bancas entre azul y buenas noches, en silencio. Mis amigos harían lo posible por venir aunque por la sopresa, probablemente llorarían en sus casas y no me recordarían en un ataúd. Estarían eso sí, mis maestros y compañeros, recitando las virtudes ensalzadas por la tragedia y en el periódico escolar hablarían indignados de una muerte estudiantil.
Pasando el funeral, cada uno tomaría un rumbo distinto, a veces en silencio y otras a gritos, hasta que el hogar en que vivo.
Este responde a : Así sería mi muerte si los frenos de ese carro no hubieran funcionado


La hoja era reciclada; por eso esta pintada.